Existen situaciones cotidianas que me hacen pensar acerca de lo que vale realmente. Todos somos superficiales, es cierto. Soy y seré todavía, pero algo es totalmente cierto: lo que vale no se puede ver y por eso es valioso. Algo que te hace feliz y que el dinero no puede comprar. Existen personas con mucho éxito, mucho dinero, pero no son felices, pero ¿cómo explicarlo?
La plenitud del ser humano está en la felicidad, en la belleza de lo subjetivo, que solamente los sentimientos nos brindan.
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